La noche de este viernes falleció en su ciudad natal de Omaha, Nebraska, a la edad de 84 años la leyenda de los Cardenales de San Luis, Bob Gibson. El ex jugador perdió la batalla contra el cáncer de páncreas, del cual venía luchando desde hace más de un año.
Gibson fue firmado por los Cardenales en 1957 de la Universidad de Creighton y debutó en las Grandes Ligas dos años después (15 de abril de 1959).
El diestro fue elegido nueve veces al Juego de Estrellas, además de ganar dos premios Cy Young y el premio al Jugador Más Valioso de la Liga Nacional en 1968. Ese año tuvo una microscópica efectividad de 1.12, ponchando a 268 contrarios y registró un WHIP de 0.85.
Como lanzador, Gibson ganó nueve Guantes de Oro durante su carrera, la tercera mayor cantidad en su de un lanzador.
En nueve aperturas (8 juegos completos) en postemporada, acumuló una efectividad de 1.89 y es por eso, que es considerado como uno de los mejores lanzadores de todos los tiempos en postemporada. También es muy recordado por los 17 ponches que recetó a los Tigres de Detroit en la Serie Mundial de 1968.
Gibson terminó su carrera con récord de 251-174, una efectividad de 2.91 y 3,117 ponches en 17 temporadas. Lanzó un No-Hitter en 1971 y además conectó 24 HR en su carrera. Ganó dos Series Mundiales y dos premios al Jugador Más Valioso (1964 y 1967) con los Cardenales.

Luego de retirarse del béisbol, fue entrenador de pitcheo con los Mets de Nueva York, Bravos de Atlanta y Cardenales de San Luis.
Ingresó al Salón de la Fama en 1981 en su primer año de elegibilidad. Su número 45 fue retirado por los Cardenales y además es miembro del Salón de la Fama del equipo.
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¡Que Viva el Béisbol!