Los Phillies de Filadelfia retiraron el pasado jueves el número 15 de Dick Allen en una ceremonia que rindió honor a uno de los mejores jugadores de la franquicia. Allen luchó mucho contra el racismo en toda su carrera, especialmente durante su época de jugador de los Phillies.
“Agradezco a la ciudad de Filadelfia. Aunque fue duro, hice algunos amigos en el camino”, dijo Allen.
Los Phillies rompieron la tradición de únicamente retirar los números de los jugadores que están en el Salón de la Fama al retirar el número 15 de Allen. El ex jugador de 78 años, agradeció al Gerente de los Phillies, John Middleton, quien rompió esa política con Allen.
Middleton se le hizo un nudo en la garganta cuando hablaba sobre la vida y carrera de Allen y recordó cuando escuchaba por radio los partidos de los Phillies siendo un niño; Allen era su jugador favorito.
“Siempre recuerdo a un grupo de niños blancos de 8, 9, 10 años, que jugábamos Béisbol y fantaseábamos diciendo que eramos Dick Allen. Para nosotros, no tuvo nada que ver con la raza. Simplemente vimos su talento, talento extraordinario, más talento del que hemos visto en cualquier jugador de Béisbol en Filadelfia. Todos queríamos ser como Dick«. concluyo diciendo Middleton.
El veterano jugador y miembro del Salón de la Fama, Mike Schmidt, también tuvo palabras de elogios para Allen, a quien considera como su mentor.

«Dick era un hombre negro sensible que se negó a ser tratado como un ciudadano de segunda clase«, dijo Schmidt en un discurso.
“Jugó frente a fanáticos locales que eran producto de esa era racista con compañeros de equipo racistas y reglas diferentes para blancos y negros. Los fanáticos le arrojaron cosas y por lo tanto, Dick usaba un casco de bateo durante todo el juego. Le gritaban insultos raciales degradantes. Tiraron basura en el patio delantero de su casa. Y Dick se rebeló contra todos ellos«.
«Amigos míos, estas etiquetas negativas han mantenido a Dick Allen fuera del Salón de la Fama. Imagínese lo que Dick podría haber logrado como jugador en otra época, en otro equipo, dejarlo solo para perfeccionar sus habilidades, tener confianza, venir al estadio todos los días y simplemente jugar Béisbol«, concluyó diciendo un emocionado Schmidt.

Fue precisamente Schmidt, quien desplegó una manta roja ubicada en la pared de ladrillos detrás de las gradas del jardín izquierdo del Citizens Bank Park que develaba el número 15 de Allen.
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¡Que Viva el Béisbol!