Oficialmente este viernes iniciaron los llamados «Summer Camp» de todos los equipos de Grandes Ligas. Los jugadores se presentaron en las instalaciones de sus diferentes organizaciones, luego de que el miércoles se hicieran la prueba del coronavirus. Pero no todos pudieron iniciar sus entrenamientos, pues resultaron positivos con la enfermedad.
Los Rangers de Texas a través de su Gerente General, Jon Daniels, anunciaron que el lanzador Brett Martin, había dado positivo por COVID-19. Martin autorizó a los Rangers para revelar que había dado positivo. Esta es la primera vez que el equipo identifica a un jugador con la enfermedad.
«Brett dio positivo durante el proceso de admisión. Hemos estado en contacto con él regularmente. Él está aquí en Dallas con su esposa. Tiene algunos síntomas leves pero se siente mejor los últimos dos días «, dijo Daniels.
«Él es un jugador considerado de alto riesgo porque padece de diabetes tipo 1. Está lidiando con síntomas leves de la enfermedad, entre ellos fatiga y congestión, pero está mejorando«, concluyó el ejecutivo.
Para que Martin vuelva a entrenar con el equipo, debe recibir dos pruebas negativas con más de 24 horas de diferencia y además, un médico debe declarar que ya no es una amenaza para otros jugadores.
En tanto que el Presidente de operaciones de los Indios de Cleveland, Chris Antonetti, informó el jardinero Delino DeShields había dado positivo por COVID-19. Antonetti informó que el jugador estaba entrenando entrenando en en las instalaciones del club en Goodyear, Arizona. DeShields no viajó a Cleveland y permanecerá en Phoenix hasta que sus pruebas resulten negativas.
“A estas alturas, lo único que tiene es la falta del sentido del sabor y del olfato. Pero aparte de eso, se siente bien. Pero debo aclarar que Delino me dio permiso para revelar esa información. Quería dejarnos saber que se encuentra bien y que no ve la hora de estar aquí cuando pueda viajar”, dio Antonetti.
Recordemos que a ningún equipo se le permite divulgar los nombres los jugadores que den positivo, salvo que ellos mismos lo autoricen; como fue el caso de Martin y DeShields.
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¡Que Viva el Béisbol!