Ramón Barrios La pandemia del coronavirus retrasó el inicio de la campaña 2020 de las Grandes Ligas y por tal razón MLB y MLBPA tendrían que negociar un acuerdo para no verse tan afectados. Por ese motivo, el 26 de marzo, fecha en la que debió iniciar la Temporada, ambas partes habrían llegado a “un acuerdo” para cuando se pudiera volver a los terrenos.
Pero las negociaciones entre Major League Baseball y la Asociación de Jugadores ha llegado al punto de no retorno. Al parecer nadie quiere ceder y por tal motivo MLBPA decidió no seguir negociando con MLB. Y es que muchos pensábamos que las partes llegarían a un acuerdo y se jugaría la Temporada 2020, pero al parecer hay alguien más que no quiere que esto se dé.
En una entrevista presentada ayer lunes, el comisionado Rob Manfred dijo que ya no confiaba en que se llevará a cabo la temporada. Todo indica que aparentemente algunos propietarios de equipos así lo quieren.
«Definitivamente hay más de ocho propietarios que no quieren jugar sin fanáticos en los estadios«, dijo un agente de jugadores a Ken Rosenthal y Evan Drellich de The Athletic.
Se sabe que el comisionado Manfred tiene la autoridad para implementar una temporada acortada (50 a 60 juegos), pero el mismo Manfred está reacio a aplicarlo, pues se dice que la Asociación presentaría una queja ante un juez. Además, para poder aplicar este cronograma de temporada, necesita el apoyo del 75% de los dueños (23) para implementarlo.
A lo que siempre ha aspirado MLBPA, es que los dueños paguen salarios prorrateados completos por la cantidad de partidos jugados, como se indica en el acuerdo original del pasado 26 de marzo.
Los dueños dicen que no podrán pagar los salarios prorrateados si se juega sin fanáticos, ya que esto les acarreará pérdidas financieras. También dijeron que había un preacuerdo que podría modificar los salarios si no se permitía a los fanáticos regresar a los estadios.
Cada día que pasa la temporada se ve más lejos, y los grandes perdedores a parte de los dueños y jugadores son los fanáticos. Este es el preámbulo de unas duras negociaciones que se vendrán luego de la campaña 2021 cuando MLB y MLBPA tengan que negociar un nuevo acuerdo laboral.
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¡Que Viva el Béisbol!